…”yo no soy un hombre ni un poeta
ni una hoja,
pero sí un pulso herido
que ronda
las cosas del otro lado ...”
Federico García Lorca.
Y vislumbro en el
latido de la carne,
que pulsando,
se transforma
en argamasa de lo amado.
La sangre y los
tejidos
en la apoptosis del
silencio,
de un recuerdo que en
la piel
fue litigio denostado…
Y hoy en sístole convierte
la metonimia de tu
mano,
que ordena en el peso
del dolor humano
creando silogismos
más profundos.
Transgreden
el camino del aliento,
limitan
la salida cotidiana de
tu beso,
construyen
castillos de fonemas,
colapsan
el pasado…
Muchas veces se elevan
saboteando la gravedad
en el espacio
y acarician la levedad
de la ventana
que levanta la
tempestad de tu milagro.
La riqueza léxica en tus intensas brevedades si que levanta tempestad de milagro.
ResponderEliminarEncantada me tienes, maestra.
Besos
Gracias amiga, halagas el alma...beso
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