Afortunadamente me queda la memoria.
Proyección amorosa
en la profundidad del espacio,
agujeros negros
en la instancia de tus dimensiones.
Es tan poca la distancia entre la realidad
y tus recuerdos,
tan diáfanos;
que a veces prefiero el holograma de tu risa
al dolor de haberla perdido…
A veces desaparece
en el texto de la mirada doliente,
sin embargo,
la memoria alucina sus recuerdos
y como un sueño se despliega
el corazón henchido
que
se agita en el tímido horizonte
con la nobleza de tus versos…