Prosas de retina embadurnada
almácigos de penas arrumbadas
cuadernos de hojas sublimadas
en la garganta de un silencio que drena…
Una voz del instinto telepático
me dice que vuelves con tus musas
un quehacer que grita con sordina
que el amanecer es pronto y de inmediato…
Estamos aquí amigo
empecinadas en resolver las vanidades
de un insomnio que cruje de ternura,
consternado…
Esta me pareció especialmente bella por la ternura
ResponderEliminarGracias Ana por tu visita, mis cariños sempiternos.
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