Inevitablemente
un trasluz de esquinas
se revuelca en la atmósfera de mi silencio.
Inquebrantable,
el recuerdo del oleaje interno
anega el piélago de la ignorancia.
La obsesión de saber
colma mis latidos,
sin embargo, no conozco el sabor
de la fractancia.
No doblego mis ansias,
no tuerzo el hilo de la duda.
El tiempo me empuja hacia delante
en línea recta, hacia el punto exacto
donde un enigma abismal me llama.
Geométricamente hablando
adentro y afuera de Moebius;
y en el borde de las instancias
donde todas las frecuencias
se transforman en los besos…
Ludmila
ResponderEliminarLetras con matices profundos
bello leerte
Un abrazo
Ana
Gracias Ana querida, mis abrazos afectuosos...
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