Ver esas caras,
tan sin dueños…
ver esos rostros
tan de miedo…
ahogarme
en la impotencia
de mi rabia
y fenecer
en la hipocresía
del silencio.
Tan de nada,
esas pieles vencidas…
tan de nadie
esos niños curtidos…
Se me escapa la sangre
de dolor enardecido,
por los sueños muertos
antes de haber nacido…
¡¡¡¡bravo!!!!
ResponderEliminarGracias nuevamente...cariños.
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