Aglutinados los hombres en la noche
lúgubre mezcla de anidados secretos
la noble enciclopedia de los sueños
se asemeja al recodo de los necios.
En un prisma de ciénaga nostálgica
engendros de tu ser se desvanecen,
imposible asir el humo mortecino
cuando los ojos se cierran por la muerte…
Tu voz se pierde en la ingravidez
de mi batalla
enfoco los oscurecidos misterios de tu luna,
como un incendio de carbón humedecido
del historial de tus ingrávidos recuerdos.
Es más fácil anestesiarse en el dolor
que encontrarte bajo los trazos espantados
de tus desiertos labios sempiternos.
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