Yo, que siempre amortiguo
los golpes de suerte con mi alma,
esta vez no tuve en cuenta
las balizas para anunciarte mi caída.
Sin edredón para los huesos
estrepitosamente pulvericé tu recuerdo
y sentí la invocación de los infiernos.
Un cementerio de pestañas cristalinas
anunciaban que las gárgolas
de los viejos arcanos
ardían en un vestidor de pieles taciturnas.
Enhorabuena,por estos versos tan geniales.Me encanta el poema.Es buenisimo.Saludos querida poetisa.
ResponderEliminarGracias Tribu, te agradezco tu visita y comentario. Mis cariños y muchas felicidades.....
ResponderEliminarCaer una y otra vez sin límites...
ResponderEliminarMi cariño Lu
Gracias Ana por tu reincidencia en mi universo...
ResponderEliminar¡¡Cuanta emoción y sentimiento denotan tus concentrados versos !!
ResponderEliminarBellas imágenes con fuerza expresiva, con increible maestria en el uso de la palabra. Hay caídas tremendas, que aun acostumbrados a caer, son inusuales. Un saludo Ludmila un placer pasar por tu espacio
Elpoetaartesano
Gracias poeta, mis infinitos cariños.
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