Inicias
el sabor de lo genuino
con
amalgamas de matices subcutáneos.
Encaramado
en la vanguardia,
todo
para ti
es
obsoleto,
el
cuarto menguante
el
otoño
la
sonrisa de hace un rato,
el
beso
que
dejó la mariposa
hace
un instante,
el
perfume de los gestos
en la
almohada,
la
mansedumbre de la siesta.
Todo
es pasado…
Sólo
la avidez
de
tu próxima sonrisa
en
la ventana,
las
persianas abiertas
las
prístinas brisas del verano
serán
la expresión
de
tus abrazos,
el
holocausto de las lágrimas
tu
recuerdo bordado
en
la piel de la memoria
mielinizándolo
todo
en
la tempestad del
ébano
que
propaga como prisma
la
posibilidad del cántaro…
A veces tengo la sensación de no querer abandonar el estado en el que la caída al vacío se hizo tan intensa, quizás por miedo a olvidar, como las arrugas olvidan la tersura de la piel y la mirada, la nitidez de la vista que un día hizo sentir tanto.
ResponderEliminarEs belleza en estado puro el modo en el que expresa tu Ser.
Propago mi abrazo y mi cariño hasta lo más cercano de ti.
Gracias Ana, un placer tu visita. Un enorme abrazo
EliminarEs un poema muy bello, muy poético, dulces imágenes cargadas de sentimiento. Me encantó !!!
ResponderEliminarAbrazo grande para ti Ludmila, un placer visitar tu espacio.
Gracias estimado amigo, mis cariños para ti, poeta.
ResponderEliminarAdemás de todo lo demás... mielinizando. Tú sí que eres vanguardia de lo obsoleto resguardado en alcanfor, petrificado en siluetas que no se mueven. Y oliendo tu aroma, me quiero propagar.
ResponderEliminarSalud, vírgula y simiente.
Gracias encantadora Susi, un placer enorme que sigas volando por este universo, mis sinceros afectos.
ResponderEliminarEnhorabuena Ludmila, escribes sensacional, me ha gustado mucho el
ResponderEliminarpoema. Citaría el paisaje final:
"en la tempestad del ébano que propaga como prisma la posibilidad del cántaro."
Todo es una preciosidad.Con admiración y cariño, un servidor.
Gracias poeta y amigo. Un millón de gracias. Mis cariños y mi aprecio sincero.
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