Amanece en la intimidad de mis leyendas,
y en la clandestinidad de tus soles
un sorbo de pieles oleaginosas
se resbala por el claroscuro de la risa.
Nutre el vástago silencio
de terciopelo y aquelarres.
Amengua el tórrido destino
de las lágrimas
con un traspié en los dientes
que tejen deshoras en los labios,
una crisálida se presume tibia
y un alado toque de sirenas
se arrulla en la memoria…
Llego hasta aquí empujado por la suavidad del viento aroma hierba embalsamada, atraído por mi curiosidad no permitida, una vez haberte visto por mi blog.
ResponderEliminarHe resuelto beber del seguimiento y...al haber ya vomitado mi percepción acerca de este poema, solo resta dejar constancia del sentir felino.
Приветствие.
Gracias Alan un placer...
ResponderEliminarSe presume tibia...
ResponderEliminarMe encanto el poema, muy bueno.Todos los versos me parecen muy interesantes, pero la intimidad de mis leyendas...la clandestinidad de tus soles...
Genial!!!Enhorabuena.
Gracias Tribu, un placer verte por aquí.
EliminarPrecioso poema Ludmila,tus poemas ademas de hermosos, tienen sustancia, nutren !!!
ResponderEliminarAmengua el tórrido destino
de las lágrimas
con un traspié en los dientes
que tejen deshoras en los labios,
una crisálida se presume tibia
y un alado toque de sirenas
se arrulla en la memoria…....Un verdadero placer Saludos cordiales
elpoetaartesano
Me alegro de tu visita...mis cariños poeta.
EliminarMe nutres, Ludmi.
ResponderEliminarOH! Gracias Susi! Se te extraña.
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