lunes, 18 de marzo de 2013

Primaveras inmaduras...


    Apenas amanece en el horadar del tiempo
un romance de luciérnagas
se esgrime en la noche de mis silencios.
El cántico de un recuerdo
parece un sol de esquinas empapadas,
travieso de leyendas…
Encadenado al musgo de la angustia
asoma su dignidad cada mañana.
Pretende un romance con mis ojos
al unísono de huesos disueltos
en coro de barítonos y bajos…
Aumenta el corazón de pálpitos,
acelera el advenimiento de las rosas;
fabrica primaveras inmaduras de sedas
y me alegra la mirada
con artilugios de besos…


2 comentarios:

  1. Hay albas de esperanza, hay incluso, aceptación del ocaso.
    Aquí, permíteme el silencio compañera.

    Fuerza y metal.

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