miércoles, 10 de diciembre de 2014


Pulsando...



El deseo
posee subterfugios apócrifos
muchas veces
confundiéndose con residuos
de experiencias pasadas.
Zigzaguea por senderos esquivos
o derrocha vanidades
abriendo en las entrañas
timones clandestinos.
Brújulas
que han perdido el barco,
miradas
que han sabido de otros ojos,
diástoles
que han duelado el corazón
en otro intento,
pulsando desesperadamente
por encontrar el amor
en otra orilla.
Otras veces se adhiere a una piel
entumecida
alertando a los fracasos
sobre un cubículo
de pestañas camufladas
o dormidas.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Siempre vuelvo...


  1. Insípido el trabajo que recoge barriendo las tristezas

    el mercader de versos melancólicos del alma,

    como si hubiera conseguido los recodos del corazón

    en la proyección de las esquinas iluminadas de penas.

    Escondrijos y piélagos impensables

    se derraman por las sinuosidades de la sangre

    que ungen el sincronismo de las bocas,

    que gritan en silencio y magullan las sombras y los besos.

    Puentes de exquisita sensatez gotean en la genuina fuente

    buscando escribir la palabra auténtica,

    la genialidad de la piel que se confunde con las mieles excéntricas,

    en las orillas inquietantes del poema.

    Se observan las palabras, se amasan los versos

    se retuercen las vísceras pariendo el dolor de la nostalgia,

    no encuentro las palabras, me duele el viento que pasa

    burlándose de mis carencias.

    Plasmo lo absurdo del abismo que se agranda

    manipulo antiguas recetas,

    se me pierde la vocación de trashumante

    y vuelvo siempre….siempre a tus certezas.​

domingo, 17 de agosto de 2014

Irrevocable


Apóstol de mis anuencias
en la rugiente tempestad del ánimo…
te llevo en mis partituras
como si fueras un halo.

Nadie podrá reprobar la pertenencia.

Te hiciste de a poco y sin medida,
y conquistaste un espacio en mi lengua
que se mezcla con el tacto.

Mordiscos de naderías en las savias,
necio menester de recuerdos
impregnado de secretos.

Transeúnte de mi especie,
Irrevocable,
Irrespetuoso,
Y sediento.

viernes, 1 de agosto de 2014

La tierna excusa...


Si él hubiera estado 
hoy los vientos silbarían para adentro.
Si él viviera, me hubiera escrito un poema 
para mi cumpleaños.

Si su corazón latiera,
a veces sonreiría de contrabando…
Lo entrañable de su pluma
lo inefable de su llanto
lo profundo de su musa,
hubiera sido la tierna excusa 
para seguir soñando.

Pero no está, él se fue
y yo imagino 
a este corazón instrumentado
desarmado
ahogado 
en la oquedad
de una tristeza
tan mal administrada,
que sigo contando las monedas
en la registradora de melancolías…

viernes, 6 de junio de 2014

Recobrar la magia...

Soy en este devenir de partículas que sienten
una relatividad que enmudece a veces
por el tiempo que duelan las palabras.

Anestesia el sabor de las caricias
un recuerdo que promete aristas
con el calor que deja la nostalgia.

Languidece el dolor por las esquinas
usufructo del plumaje que degrada los vuelos
con ansias de volver a cruzar los horizontes.

Más terrenal que el origen de la tierra
argumento que envuelve la tormenta
para anclar la torpeza de las alas.

Ya es bastante el abismo de la ausencia
se evaporaron los anegados istmos
ya es hora de recobrar la magia.

martes, 1 de abril de 2014

La sabia iniquidad de tu sonrisa...

Otrora era una soledad
que arruinaba los ojos mojados
de una caricia menguante, 
anestesiada,
en la longitud de un cuerpo
que dormitaba 
lánguido…
Oscuro… 
sin lunas comedidas.

Hoy, la soledad es otra,
la de verme en la mañana
de un lunes, 
de antorchas encendidas
por la vocación de mi tristeza…

Todo está lleno de vacíos…
Vacíos llenos de nada…
Taciturno el encanto
que remodela el enjuague 
de conjuros obscenos
de una melancolía apagada…

La soledad de un luto encinto
que agobia por los senos
de una ecuación equivocada…

Es tangible la concavidad
del tálamo,
que arropó la ausencia 
de mi alma…

Es más certera
la esquina de los suspiros
suplantada por el iris 
de tu boca blanca…

…ya sé, 
que somos invencibles…

Imposibles porque ya nada
nos avala…
Yo del lado de las manos,
tú del lado de la arena blanda…

Es la sabia iniquidad de tu sonrisa
o la prudente clandestinidad en calma…

Ya sé que somos indulgentes,
que nos mordemos las pieles 
en los besos…
que la noche se muere de envidia,
porque a pesar de todo,
nos cruzamos la ventana de la risa,
nos levantamos de la nieve
en la insurgencia de la vida
y nos morimos de amor
cada mañana…

domingo, 27 de octubre de 2013

De soslayo...

Apasionadamente las musas apremian
en el alma, clandestina a mi caricia.
Torrentes de monarquías los besos,
lamen la noche que se deshuesa.
El amor es el dueño de las entrañas
y sigilosamente se construye desde la alfombra.

Ruge el intento en un vuelo que deslumbra
atravesando el cielo de mis ojos,
sístoles de voluptuosas sensaciones
que se disuelven en el ámbito de mi sombra.

Abarca el espacio inmenso de la mirada
rebuscando los rincones abandonados
porque despoja a  los fantasmas.

El amor tiene cuidados que  preservan
respetuoso compañero de mis silencios.
Se acomoda en la silla de las tristezas
desacredita al dolor y a las espinas
llenando los espejos de sorprendentes lunas.

Calma la noción de su presencia
atiborrado de tantas demandas.
No claudica, reflejando sólo las sonrisas
de quien pretende sus palabras.

Yo le celebro
porque inscribo en lo genuino
de su instancia
todas las pérdidas vividas;
pero recobro el equipaje
que en sutil carruaje

él, impulsa en mi soslayo.