domingo, 14 de abril de 2013

Un piano blanco indecente...


Te dije alguna vez que me volví ambidiestra
para compensar  los avatares del destino?
También tengo dos corazones anestesiados
para no tentar al dolor que   perfora con melancolía.
Un xilofón y un piano blanco indecente,
una muestra de ADN, del alma en cautiverio.
Una fuente extensible
para taparme los ojos cuando llueve,
un cardumen de betas lleno de paraguas,
un edecán que se ríe de mis tristezas
y un par de pantuflas que me esperan
en el borde de mi cama
para cuando me levante
de las ruinas de mi inconciencia…

4 comentarios:

  1. Dimorfismo forzoso cuando la sutileza de la mañana se torna fría. Cuando el corazón que no amanece queda olvidado en los sueños permanentes.

    Cada vez son más breves y más intensos, más vividos y más sufridos.
    El dolor recrea unas imágenes de ensueño en tus manos.

    Cálido abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  2. Gracias amiga, cómo me gustaría encontrar tus versos para leerte y comentarte, mis afectos infinitos. Cómo me gustaría leerte aunque sea convertida en pájaro para poder tomar vuelo contigo. Te extraño amiga.

    ResponderEliminar
  3. http://luigimadariaga-ana.blogspot.com.es/

    Apenas publico, pero lo poco que hago está en el blog de siempre, tu casa, para lo que quieras.
    Gracias por dejarme volar con los tuyos.
    Todo mi cariño Lu.


    ResponderEliminar