martes, 27 de diciembre de 2011

La caída...

Yo, que siempre amortiguo

los golpes de suerte con mi alma,

esta vez no tuve en cuenta

las balizas para anunciarte mi caída.

Sin edredón para los huesos

estrepitosamente pulvericé tu recuerdo

y sentí la invocación de los infiernos.

Un cementerio de pestañas cristalinas

anunciaban que las gárgolas

de los viejos arcanos

ardían en un vestidor de pieles taciturnas.

6 comentarios:

  1. Enhorabuena,por estos versos tan geniales.Me encanta el poema.Es buenisimo.Saludos querida poetisa.

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  2. Gracias Tribu, te agradezco tu visita y comentario. Mis cariños y muchas felicidades.....

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  3. Caer una y otra vez sin límites...

    Mi cariño Lu

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  4. Gracias Ana por tu reincidencia en mi universo...

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  5. ¡¡Cuanta emoción y sentimiento denotan tus concentrados versos !!
    Bellas imágenes con fuerza expresiva, con increible maestria en el uso de la palabra. Hay caídas tremendas, que aun acostumbrados a caer, son inusuales. Un saludo Ludmila un placer pasar por tu espacio
    Elpoetaartesano

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  6. Gracias poeta, mis infinitos cariños.

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