lunes, 22 de agosto de 2011

Aquella pretendida ingeniería...

Áspera la noche de tus lágrimas.

Son instancias que llevo con la untura,

que encuentran sales con tu espuma

y van dejando memorias en la cama…

Bajorrelieves secos, luminosos,

huellas que reeditan un camino

que orada lo sinuoso de la boca…

Talladas las historias de la infancia,

azules los recuerdos del destino,

rojas las heridas abiertas

que bordaban tus rodillas infinitas…

En cada sepultura de aquel niño

que se tragó la ataviada puñalada,

de los mercenarios golpes que acusó,

tan fría,

aquella pretendida ingeniería

privada y oblicua de palabras…

Remolques de silentes “no me olvides”

que hoy sublimes, invaden las metáforas.

Tus lágrimas, pequeño,

son esculturas de aciagas madrugadas…

2 comentarios:

  1. No sé por qué , pero esta hace que se le salten a uno las lágrimas. Un poeta quiere sobre todo transmitir emociones y sensaciones que sobrepasen el significado mismo de sus palabras, de las frases... y lo logras, ¡tantas veces y tan sencillamente!. Ovación para este poema.
    Umbriel

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